eres feliz porque has creido.
Tu fe abre tu vida -como una fiesta- a Dios y a los hermanos.
Eres como un canto de alondra mañanera.
Eres como la brisa estremeciendo la hoja.
O como la gota de rocio temblando de pureza.
Danos el pan de la fiesta, que nuestro corazon tiembla de hambre.
Y el gozo de ser mano abierta y ojos que miran paz y bien,
y labios que besan sonrisas, y corazon con luz de atardecer.
Eres corazon de anuncios lleno en raudales de esperanza.
Eres Buena Noticia que alegra la vida del hombre anclada.
Eres casa al lado del camino.
El pan y el vino esperan en tu mesa.
Tu fiesta es fiesta para todos como rama de almendro en primavera.
REFLEXION
[Crf: Lucas 1:39-45] Lleva la fiesta en su corazon. Derrama gracia.
Brilla en ella la alegria de Dios. Deja su casa, y con paso agil llega a Ain Karim.
Saluda a Isabel, y su gozo -el de Maria- despierta al niño que su prima acaricia en su seno.
Isabel se llena de la fiesta de Dios -su Espiritu- y exclama con gran voz: "bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre" Y la admiracion y el asombro irrumpen su canto que se queda colgado en la ultima nota festiva. "De donde a mi que la madre de mi Señor venga a mi?".
Maria es fiesta para Isabel. Es fiesta de su hijo. Es fiesta para toda la casa. Es el corazon transparente y puro, es el corazon luminoso y verdadero, es el corazon inundado de Dios que se escapa entre sus dedos como sol de mediodia.
"Feliz la que ha creido que se cumpliran las cosas que le fueron dichas de parte de Dios". Feliz desde ahora y para todas las generaciones. Feliz porque Dios es su salvacion.
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